La noche esta tan embromada
Me parece que va a dejar de…
De hacer eso en algún momento
Eso que también hacen las aves.
Las aves, las noches, los árboles
de ramas secas casi desojados del todo, va!
Los de hojitas de metal…
esos también lo hacen y también
las codornices azules
espero que mi terroncito,
al que le puse un corazón,
y ahora lo escucho latir todas las noches,
y lo guardo en una cajita de zapatos azul codorniz,
con huecos para que respire
No me falle hoy
Que por lo menos hoy
no deje de hacer eso
eso que también hacen los gatos
y todas las personas cuando llueve
No, secarse no, eso es un poquito más fácil,
yo digo eso que hacen los patos,
después de tragar y mucho antes de digerir,
obvio
Bueno, y sino, me voy a conformar
Si, voy a hacer eso, mientras roze
las ardientes palabras que quemaran
otra vez el tiempo y lo que viene con el.
Y después, me voy a secar, voy a tragar,
A digerir, a sacudir mis hojas, todo junto
Capaz que me acostumbre,
Y capaz que cuando me acostumbre
Me acuerde de eso que no me acuerdo
Porque claro, ya no me va a interesar.
Y cuando a uno no le interesa algo
Se acuerda todo el tiempo
“¡eso no me interesa! ¡Me tengo que acordar eh!”
Igual no quiero que lo dejen de hacer.
Si no me voy a poner mal,
Y voy a dejar de caminar abajo del diluvio,
para después secarme.
O tragar para después digerir
El problema va a estar cuando quiera esquivar el viento
Para no sacudir las hojas.
Creo que tengo miedo, porque si no me pega el viento
Voy a desaparecer
Y si dejan de hacer eso que no me acuerdo que es.
Voy a desaparecer
Yo supongo que algún día el viento
Nos va dejar de tocar a todos…
No se, alguna vez se tiene que cansar de ser un puerco.
Y entonces, todos vamos a desaparecer
Me imagino cuando mi terroncito se moje,
se disuelva debajo de la lluvia,
y solo quede un corazón diminuto,
rojo y brillante, latiendo solo.
Con esa inmensa soledad
que tienen todos cuando hacen eso
mientras llueve
viernes, 10 de julio de 2009
jueves, 9 de julio de 2009
Hay veces que no vale la pena una pena
-------------------------
Escondo y grito para que me oigan escondiendome
Un sol que deja ver todo
Una llama en una vela que ilumina cuando mi pecho no da más. La entrada al pasado oscuro de ese adolescente perdido, drogado, borracho, la que en grande y encerrada soltó la libertad descontrolada y un olor fuerte a sangre y a poca luz, a largas y oscuras distancias, a momentos únicos. Suaves resplandores titilantes, voces suaves, golpes suaves, profundos, una soledad que no existe pero duele. Mierda, dolor de todo.
A todo le atribuye una atroz tortura, una fusión de legados de frases de acoso y de presiones, de palabras rápidas, densas y que dicen que es lo incorrecto y que esta bien, para ver siempre a donde hay que ir y a donde esta el tren y cuando llega. Los pibes sueltos y solos, sus letras cortadas punzan. Lo que es caer, la ironía triste, el miedo a la ceguedad. Sangre en las manos de todos, desde el parto y hasta la muerte, cercana, cuando no importa, cada vez más cerca de la juventud. Un par de pases y unas zapatillas sucias, rojas, viejas, todas rotas y meadas, un plato, una campera de cuero y hasta la victoria no existe cuando hay que salvarse y no desaparecen los demasiados errores y mucha, mucha droga, mucho vino, mucho techo y ni un poco de encierro. No se muere llorando, fuerzas. Fracturas, echados al piso, gritones como niños, pero diferente, la ropa se estropea, claman piedad, silencio, dolores punzantes en la cabeza, ¿en que estamos pensando y quienes somos? Partes que se agrandan, mucha ignorancia, mucho abandono, mucha mugre como para morir en el piso. Sueño descontrol, quiero que me arranquen todas las partes lisas, toda la conciencia. Sueño con irme a la mierda y dejar todo, que se pudra hasta caerse lo de atrás, que se seque y se valla. En mi caja hay partes y huesitos, hay sexo, frustrado o rojo, o nuevo, o confuso o desleal y a veces humo, cambiarlo por la muerte sacada, por un año de descontrol, por respeto puro a todo y que se valla todo al carajo, ellos y ellas, mierdas, dedos huesudos, acordes tarados, mucha ropa al lado mío, perchas rotas, porque prefiero lo que sale, como hojas de ese tronco. Entro en razón un segundo y me descontrolo al ver que hay una tuca en cada uno de mis bolsillos. Pierdo hasta mi propia credibilidad.
Yo quiero un 5to y muchas ventanas y una vista lenta y una llama que se extinga, se ahogue o se apague y lento no destelle más. Con dejar todo, todo lo que no quiero, ojala expirara mi comida, y que sus pelos se ahoguen, mucha mugre en el piso, mucha sangre, papeles, golpes, un manoteo, por un pasillo. Cera que quema, en el cuerpo, raramente sin remera, mucho frió, olor a sala de espera, a hospital, la cera esta caliente, y quema, y una sensación nerviosa adentro que parece eterna, un dolor de estomago o de pecho, y la cera que relaja, y el amor que se va pero deja su dolor y el sol que no me importa y tu sangre que se seque o te acaricio, compulsión, descontrol, manoteo al plato, vela apagada. Destrucción de neuronas y blanco puro. Y ausencia de pena hacia mí, por los demás. Ya no me importa no tener un estilo reconocido y fijo, este es el mío. Mañana me muero. Nunca me importó.
El juego no es tenerle miedo a la vida, si no a la muerte.
Y si estoy deprimido, voy a decir que soy un cobarde, por no tenerle miedo a la muerte. Que así esta decidido, en algun momento hay que morirse.
Escondo y grito para que me oigan escondiendome
Un sol que deja ver todo
Una llama en una vela que ilumina cuando mi pecho no da más. La entrada al pasado oscuro de ese adolescente perdido, drogado, borracho, la que en grande y encerrada soltó la libertad descontrolada y un olor fuerte a sangre y a poca luz, a largas y oscuras distancias, a momentos únicos. Suaves resplandores titilantes, voces suaves, golpes suaves, profundos, una soledad que no existe pero duele. Mierda, dolor de todo.
A todo le atribuye una atroz tortura, una fusión de legados de frases de acoso y de presiones, de palabras rápidas, densas y que dicen que es lo incorrecto y que esta bien, para ver siempre a donde hay que ir y a donde esta el tren y cuando llega. Los pibes sueltos y solos, sus letras cortadas punzan. Lo que es caer, la ironía triste, el miedo a la ceguedad. Sangre en las manos de todos, desde el parto y hasta la muerte, cercana, cuando no importa, cada vez más cerca de la juventud. Un par de pases y unas zapatillas sucias, rojas, viejas, todas rotas y meadas, un plato, una campera de cuero y hasta la victoria no existe cuando hay que salvarse y no desaparecen los demasiados errores y mucha, mucha droga, mucho vino, mucho techo y ni un poco de encierro. No se muere llorando, fuerzas. Fracturas, echados al piso, gritones como niños, pero diferente, la ropa se estropea, claman piedad, silencio, dolores punzantes en la cabeza, ¿en que estamos pensando y quienes somos? Partes que se agrandan, mucha ignorancia, mucho abandono, mucha mugre como para morir en el piso. Sueño descontrol, quiero que me arranquen todas las partes lisas, toda la conciencia. Sueño con irme a la mierda y dejar todo, que se pudra hasta caerse lo de atrás, que se seque y se valla. En mi caja hay partes y huesitos, hay sexo, frustrado o rojo, o nuevo, o confuso o desleal y a veces humo, cambiarlo por la muerte sacada, por un año de descontrol, por respeto puro a todo y que se valla todo al carajo, ellos y ellas, mierdas, dedos huesudos, acordes tarados, mucha ropa al lado mío, perchas rotas, porque prefiero lo que sale, como hojas de ese tronco. Entro en razón un segundo y me descontrolo al ver que hay una tuca en cada uno de mis bolsillos. Pierdo hasta mi propia credibilidad.
Yo quiero un 5to y muchas ventanas y una vista lenta y una llama que se extinga, se ahogue o se apague y lento no destelle más. Con dejar todo, todo lo que no quiero, ojala expirara mi comida, y que sus pelos se ahoguen, mucha mugre en el piso, mucha sangre, papeles, golpes, un manoteo, por un pasillo. Cera que quema, en el cuerpo, raramente sin remera, mucho frió, olor a sala de espera, a hospital, la cera esta caliente, y quema, y una sensación nerviosa adentro que parece eterna, un dolor de estomago o de pecho, y la cera que relaja, y el amor que se va pero deja su dolor y el sol que no me importa y tu sangre que se seque o te acaricio, compulsión, descontrol, manoteo al plato, vela apagada. Destrucción de neuronas y blanco puro. Y ausencia de pena hacia mí, por los demás. Ya no me importa no tener un estilo reconocido y fijo, este es el mío. Mañana me muero. Nunca me importó.
El juego no es tenerle miedo a la vida, si no a la muerte.
Y si estoy deprimido, voy a decir que soy un cobarde, por no tenerle miedo a la muerte. Que así esta decidido, en algun momento hay que morirse.
martes, 7 de julio de 2009
Te extraño
Mis dedos están suspendidos e inmóviles sobre el teclado.
Me siento de piedra.
Mis ojos quietos buscan algo mas haya, y se rinden.
La ausencia tapa los recuerdos, entonces
busco en fotos y entre algunos objetos representativos
Ahora quiero llorar, pedirte perdón.
Busco en cosas a medio escribir.
Me miro las manos como rogándoles.
Busco adentro mío, pero algo esta esparciendo la tristeza.
El volumen de la televisión me desconcentra cada vez mas.
Esta vez la apago.
No quiero seguir durmiendo. Tampoco soñando.
Busco entre mi música. Busco entre mis ídolos.
Lo voy a hacer algún día: salir ahora mismo,
llegar a las siete de la mañana,
y entregarme otra vez, si me dejas, a tu sonrisa
y después, otra vez al placer de hacer lo que tengo que hacer
Para que entendamos que la distancia volvió a ser solo tierra y viento
Que se puede dominar y que la magia blanca existe cuando hay amor.
Yo nunca deje de arrepentirme. Pero estoy mal, siempre estoy mal.
Y vos estas bien.
Ahora creo en el amor de verdad, en la media mitad y media.
Me siento de piedra.
Mis ojos quietos buscan algo mas haya, y se rinden.
La ausencia tapa los recuerdos, entonces
busco en fotos y entre algunos objetos representativos
Ahora quiero llorar, pedirte perdón.
Busco en cosas a medio escribir.
Me miro las manos como rogándoles.
Busco adentro mío, pero algo esta esparciendo la tristeza.
El volumen de la televisión me desconcentra cada vez mas.
Esta vez la apago.
No quiero seguir durmiendo. Tampoco soñando.
Busco entre mi música. Busco entre mis ídolos.
Lo voy a hacer algún día: salir ahora mismo,
llegar a las siete de la mañana,
y entregarme otra vez, si me dejas, a tu sonrisa
y después, otra vez al placer de hacer lo que tengo que hacer
Para que entendamos que la distancia volvió a ser solo tierra y viento
Que se puede dominar y que la magia blanca existe cuando hay amor.
Yo nunca deje de arrepentirme. Pero estoy mal, siempre estoy mal.
Y vos estas bien.
Ahora creo en el amor de verdad, en la media mitad y media.
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